El tabaquismo es una adicción crónica con dependencia física, psíquica y social. La alta probabilidad de sus recaídas es lo que lo convierte en una enfermedad crónica.
No hay un grado de consumo sin riesgo. La OMS define como fumador todo individuo que fume a diario durante el último mes, al menos un cigarrillo. La situación se agrava con el paso del tiempo debido al desarrollo de cierta tolerancia y habitualmente incrementa el número de cigarrillos. Se considera ex fumador a la semana que se mantiene al menos 12 meses sin fumar y no fumador al individuo que jamás ha fumado.
La acción del humo de combustión del tabaco es causante de distintas enfermedades. Así se asocia a enfermedades como:
- Cáncer: De pulmón, cavidad oral, laringe, esófago, vejiga, estómago….
- Enfermedades cardiovasculares: Cardiopatía isquémica, infarto de miocardio…
- Enfermedades respiratorias y de pulmón: Bronquitis, enfisema, asma, neumonía ,hipertensión pulmonar…
- Otras: Dislipemias, hiperacidez gástrica, exacerbación de enfermedades inflamatorias intestinales, adelanto del parto y/o aumento de riesgo de aborto en mujeres embarazadas, osteoporosis, envejecimiento de la piel, problemas en dientes y encías y disminución de la capacidad física en general.
El tratamiento farmacológico tiene como objetivo fundamental combatir el Síndrome de abstinencia (irritabilidad, frustración, ansiedad, cansancio, depresión, dolor de cabeza, alteración del sueño, sensación de hambre, trastornos gástricos…). que presenta el fumador de la nicotina.
El éxito depende de la resistencia a la dependencia a la nicotina, tanto psíquica como física. Una buena hidratación ayuda a la desintoxicación nicotínica, así como el ejercicio físico moderado.
Si te planteas seriamente dejar de fumar puede ser necesario que tengas que recurrir a terapia farmacológica o psicológica con ayuda de un profesional para la etapa más dura del síndrome de abstinencia y así te asesore según tu dependencia en la elección del tratamiento mas indicado en tu caso.
TRATAMIENTOS FARMACOLOGICOS
- 1-Terapia sustitutiva de nicotina (TSN):
Es la administración de nicotina por una vía diferente a la del consumo del cigarrillo a dosis decrecientes y controladas, suficientes para evitar los síntomas de un síndrome de abstinencia, pero insuficientes para provocar dependencia.
Lo que es esencial es no fumar mientras se utilice las Terapias sustitutivas de nicotina (TSN) para evitar toxicidad y efectos secundarios como cefaleas, insomnio, náuseas, acidez de estómago, dolor abdominal, sudoración….
El tratamiento con TSN debe durar entre 2 y 3 meses. Es muy importante la necesidad de que cumpla el tratamiento en su totalidad, pues muchas recaídas se producen por el incumplimiento o por la mala aplicación y dosificación del mismo.
Existen diferentes presentaciones en el mercado dependiendo de la vía de administración. Podéis encontraros con chicles,comprimidos,spray bucal,parches transdérmicos…
- 2-Fármacos no nicotínicos: Necesitan de prescripción médica para su adquisición .
Brupopion ( Zyntabac®) Fármaco antidepresivo que emula los efectos placenteros de la nicotina sobre el sistema de «recompensa» cerebral.
Venericilina (Champix®): Reduce los efectos psicológicos de la nicotina ejerciendo de agonista parcial que «compite» por unirse a los recetores nicotínicos inhibiendo la actuación de la nicotina (efecto placentero de la nicotina) y además aumenta los niveles de serotonina disminuyendo el síndrome de abstinencia.
